por Gabriela Coria del Equipo diocesano de Pastoral Juvenil
Los jóvenes peregrinaron al Santuario de la Cruz de Matará
Preparándonos para llegar a Cristo…
Desde los últimos días del mes de abril el Equipo de Pastoral Juvenil de la diócesis de Añatuya conformado por Blanca, Belkis, Gaby, Walter, Néstor y Seba junto al padre Damián Morales fue preparando un gran acontecimiento de fe como es la peregrinación de jóvenes a la Cruz de Matará que es esperada con curiosidad y gran expectativa espiritual. Se realiza desde hace más de 10 años y siempre fue organizada por el Equipo de Pastoral Juvenil. Este año la fiesta central se realizó el 18 de mayo.
Desde la catedral de la ciudad de Añatuya partió la peregrinación juvenil al santuario de la Cruz Catequística de Matará, en la que participaron unos 300 jóvenes provenientes de distintos lugares de la diócesis: Añatuya, El desvío, Vilelas y Bandera. La peregrinación salió en las primeras horas del sábado 17 de mayo, más exactamente a la 01:30 y se pudo ver que los jóvenes caminaban en un clima de entusiasmo y alegría. Es muy emocionante ver como los jóvenes durante todo el trayecto se alientan y se ayudan, dándose una palabra de fuerza, realizando una oración en grupo o extendiendo su mano en los momentos en que el cansancio los invade. Los jóvenes recorren los 60 kilómetros que hay entre Añatuya y Matará y, en el trayecto se unen los jóvenes que llegan desde Suncho Corral y Weisburd para participar en las principales celebraciones.
Según los historiadores La Cruz de Matará fue encontrada en 1971 cerca del río Salado, está hecha en madera de mistol y está compuesta por dos partes: un madero vertical, que mide 47 cm y otro horizontal, que mide 17 cm. Ambos maderos se hallan unidos por dos clavos de madera que ensamblan perfectamente, lo que permite su ajuste; su extremo inferior está desgastado pues estuvo calzado sobre una peana. La Cruz de Matará tuvo una finalidad catequística. En ella se encuentran compendiados los motivos centrales de la fe cristiana.
Los primeros peregrinos comenzaron a llegar a partir de las 16.30 del sábado y los últimos, que quisieron llegar sin ayuda de las camionetas de apoyo, lo hicieron en torno a las 19.00. En la noche los jóvenes participaron de la misa de recibimiento y luego se realizó una serenata al Buen Jesús de Matará, hubo show de fuegos artificiales, una representación teatral y la actuación de conjuntos musicales y academias. Los festejos centrales se realizaron el domingo. A la mañana temprano hubo salva de bombas, encuentro de los Patronos de las comunidades quienes marcharon en procesión hasta el altar mayor del Santuario donde el obispo Adolfo Uriona celebró la santa misa. Luego hubo un encuentro artístico y partidos de fútbol mientras los jóvenes peregrinos añatuyenses retornaban a su ciudad.
Es digno de destacar la colaboración del párroco de Matará padre Luis Rodríguez, del equipo de Pastoral Juvenil, de la radio Solidaridad que brinda su apoyo difundiendo los mensajes de familiares y amigos durante todo el camino, de las camionetas de apoyo, del equipo de cocina y de toda la gente que se brinda desinteresadamente para hacer mejor la participación de todos.