por el padre Mario Boggetti

V Encuentro Diocesano de Jóvenes Tintina 2008

El V encuentro diocesano de Jóvenes se realizó en Tintina los días 24, 25 y 26 de octubre de 2008 bajo el lema “Joven hoy ha llegado la salvación a tu casa”. Estos encuentros surgieron de la pastoral juvenil de Añatuya como una iniciativa  de un grupo de jóvenes que le propusieron al entonces obispo de Añatuya, monseñor Baseotto, reunirse con todos jóvenes de la diócesis con la finalidad de celebrar la “encarnación de Jesús” y motivarlos a vivir la alegría de ser cristianos.

Para preparar este encuentro se trabajó en comisiones desde el comienzo de año 2008, intensificándose las tareas el último mes, ya sea en Tintina como en las demás comunidades juveniles de la diócesis. Se reunieron 410 jóvenes del interior y aproximadamente 150 jóvenes de la parroquia más un grupo de 50 adolescentes servidores y las comisiones de trabajo.

El encuentro tuvo como finalidad motivar a un encuentro profundo con Jesús en los jóvenes, y mostrarles un rostro nuevo de Iglesia, que para los de aquí fue algo nuevo y llamó la atención a toda la comunidad.

La temática partiendo del lema “Joven, hoy ha llegado la salvación a tu casa”, movido por el encuentro de Jesús con Zaqueo, estuvo dividida en 4 partes:

1. Quiero conocer a Jesús; motivando ese deseo de buscar a ese Jesús que hay dentro del corazón de todo joven.

2. El llamado de Jesús; “baja pronto que hoy quiero quedarme en tu casa”; donde se meditó sobre las dificultades y las posibilidades que tenemos de escuchar hoy el llamado de Jesús.

3. El joven debe responder a ese llamado; “Él bajó rápidamente y lo recibió con alegría”. La vivencia eclesial del llamado debe ser hoy también una realidad. La respuesta se vive en la Iglesia-casa.
4. El obispo Adolfo Uriona habló del compromiso “Señor, voy a dar…”; la generosidad de Zaqueo marca un modelo a seguir. Se pidió a los jóvenes crecer en el espíritu misionero y en un compromiso maduro en cada comunidad.

El encuentro tuvo momentos fuertes de oración y de celebración. Hubo oportunidades para la Reconciliación ya que fueron muchos los sacerdotes y el obispo que participaron desde el comienzo hasta el final.

La comunidad de Tintina colaboró mucho. Hay que recordar que es una ciudad pequeña, pero sobraron los lugares para albergar a todos los jóvenes de las comunidades que participaron. Su generosidad llevó a donar cuatro vacunos para que en ningún momento faltara carne en las comidas. Y todo esto sin nombrar toda la gente mayor que estuvo atenta a las necesidades que surgieran de momento durante el encuentro. Son signos que verdaderamente hay que valorar y dar gracias a Dios por ellos.

En lo económico se cobró sólo diez pesos a los jóvenes visitantes y, como se dio prioridad a la participación y fue el primer encuentro que se realizó en esta ciudad, a los participantes de Tintina se les bonificó la inscripción para que el dinero no fuera motivo para que estuvieran ausentes.

Se formaron más de cincuenta grupos para compartir experiencias y para pensar y trabajar con las ideas propuestas. Los compromisos expuestos por cada parroquia fueron ofrecidos en las Eucaristía final. Fueron días de gracia y mucho gozo. Ese fin de semana, Tintina fue la capital de la Juventud, pero no todo ha terminado allí sino que se espera que sea el comienzo de un encuentro cada vez más profundo con Cristo de la juventud diocesana. “Así lo rezamos, así lo esperamos”, dicen los organizadores y los participantes.